14K: Nuevo centro de innovación abre en Valdivia

En junio de 2017 un incendio destruyó la ex Biblioteca del Campus Miraflores de la Universidad Austral en Valdivia. En la instalación funcionaba el laboratorio LeufüLab y además albergaría al nuevo Centro de innovación, emprendimiento y tecnología de la Escuela de Ingeniería de la UACh. Dos años más tarde un nuevo edificio estaba listo para ser inaugurado.

Pero entonces vino la crisis social y se pospuso el lanzamiento para abril de 2020, fecha en que la pandemia volvió a impedirlo. Finalmente, la semana pasada, debutó este moderno espacio de 1.000 m2 emplazado en medio de un humedal. Se llama así porque la numeración que le correspondía dentro del campus era 14.000 y luego de hacer una convocatoria entre los estudiantes quedó bautizado como 14K.

El centro reúne a distintas unidades de la facultad como el mismo LeufüLab, equipo que en abril desarrolló ventiladores para el tratamiento del Covid, la oficina de emprendimiento y el Laboratorio de Arte y Tecnología. Además, hay espacios de cowork, una cafetería y un gran hall con un sofisticado sistema de acústica pensado para realizar actividades culturales y eventos, porque a diferencia de otras insalaciones universitarias, este edificio está abierto a público. 

Haz que pase 

Rodrigo Vásquez, director ejecutivo de 14K, es santiaguino, diseñador industrial y trabajó durante años en el rubro de la cultura. En 2017 llegó a Valdivia para implementar una estrategia que fomentara la cultura de la innovación al interior de la facultad. “Vine a generar actividades que impacten al ecosistema de emprendedores. Mi propósito es incorporar la creatividad para abrir nuestra concepción del mundo e inspirar soluciones desde la tecnología”, dice. Para ello tienen programas con los que visitan escuelas rurales y enseñan metodología relacionadas con pensamiento crítico y resolución de problemas.

Para la inauguración de 14K, que fue un evento virtual, se lanzó además una convocatoria dirigida a emprendedores de la región. #HazQuePase consiste en cinco becas de asesoría y acompañamiento. Cuenta Vásquez que buscando posicionarse en un contexto nacional de cambio y global de pandemia, decidieron convocar a quienes hayan observado una problemática y tengan alguna idea para solucionarla.

Puede ser desde una app hasta maquinaria. Todos los postulantes recibirán feedback pero seleccionarán a cinco ganadores, aquellos donde detecten mayor potencial y compromiso, para proporcionarles un servicio que incluye preincubación, mentoría para desarrollar un modelo de negocio y prototipaje. 

Rodrigo Vásquez, director ejecutivo de 14K. 

Descentralización creativa

“Que un ingeniero y un médico se pongan de acuerdo sobre cómo diseñar una máquina requiere de un trabajo de colaboración previa para entender la disciplina del otro”, afirma Vásquez citando el ejemplo de LeufüLab y su trabajo durante la pandemia. También existen diversas líneas de investigación como robótica, astroingeniería e inteligencia artificial.

El director ejecutivo destaca que en Valdivia existe un inmenso potencial emprendedor. “Llegan estudiantes de pequeñas localidades del sur pero después parten a Santiago a buscar trabajo. Parte de mi labor es tratar que se queden. Acá está todo por hacer”, acota. Agrega: “Antes pensábamos que diseñar un ventilador se hacía solo en Santiago, pero hay desarrollo regional muy interesante de norte a sur. Nos dimos cuenta de que éramos capaces. Que no necesitábamos que las cosas llegaran desde China, también las podíamos construir nosotros mismos”.

Como parte de la Escuela de Ingeniería, 14K cuenta con financiamiento de Corfo bajo el programa "Nueva Ingeniería para 2030" y del Gobierno Regional de Los Ríos, pero de todas maneras tienen el desafío de generar cierta autonomía financiera, la cual inicialmente estaba concebida a partir del arriendo de espacios y la realización de eventos. Aunque, afirma Vásquez, en este momento están más enfocados en la prestación de servicios. 

Un espacio que late 

Otra de las unidades que se ubican en el edificio 14K es el nuevo Laboratorio de Arte y Tecnología (LATE) que nació de un proyecto Fondecyt adjudicado el año pasado. Felipe Otondo, director de LATE, estudió ingeniería acústica en la UACh y egresó en 1998. Luego de un largo recorrido que lo tuvo viviendo en Europa, trabajando como investigador en Copenhague y estudiando un doctorado en composición musical en el Reino Unido, volvió en 2014 a la ciudad de Los Ríos con la misión de crear un proyecto de sonido creativo que hoy funciona como laboratorio de arte y tecnología.

Felipe Otondo, ingeniero acústico y director de LATE.

“Los ingenieros somos más abiertos de lo que la gente cree y se ha dado una química bien interesante con los estudiantes”, afirma el académico. La programación para lo que queda de este año incluye un simposio de arte electrónico y un concierto de altavoces. Otondo recalca que si bien Valdivia es una ciudad con mucha vida cultural son pocos los espacios de calidad para que este tipo de actividad se desarrolle: “En regiones estamos atrasados en ese tema y 14K puede jugar un rol importante en ese sentido”. Además, comenta, el edificio está ubicado en una zona más bien periférica e industrial y un espacio así podría potenciar un nuevo sector. Entonces el desafío es convocar no solo a estudiantes y profesores sino que también a los habitantes de la ciudad. “Salir de la burbuja académica”, dice.